Apuntes de maestros
(Episodio 1 Marcos López & Manuel Araya,
Episodio 2 Juan Travnik & Nestor Crovetto,
Episodio 3 Gabriel Valansi & Jasmine Bakalarz,
Episodio 4 Luis González Palma & Pablo Boneu)
Marzo a Septiembre 2016
(Episodio 1 Marcos López & Manuel Araya,
Episodio 2 Juan Travnik & Nestor Crovetto,
Episodio 3 Gabriel Valansi & Jasmine Bakalarz,
Episodio 4 Luis González Palma & Pablo Boneu)
Marzo a Septiembre 2016
Si por apunte entendemos tanto el acto de apuntar (señalar) como el efecto de tomar nota de lo que, por caso un docente, dice en una clase, el proyecto “Apuntes de maestros” juega con ambas definiciones para deconstruir las ideas vigentes sobre qué es y cómo se transmite la fotografía contemporánea.
Dando forma a un ciclo de muestras que inicia en Marzo y finaliza en Septiembre, cuatro fotógrafos de reconocida trayectoria son convocados a seleccionar el trabajo de un autor de obra joven, de entre todos aquellos fotógrafos en ciernes que alguna vez hayan pasado por los diversos espacios de formación (clínicas, seminarios, Workshops) que cada uno de ellos ofrece.
Ellos mismos: Marcos López, Gabriel Valansi, Juan Travnik y Luis González Palma, serán los encargados de orientar el montaje (físico y conceptual) de las muestras resultantes: las que se llevarán a cabo a partir de la obra de sus fotógrafos “elegidos”.
En una doble operación, se intenta debatir al mismo tiempo la idea de “maestro” -¿qué puede y debe enseñar un fotógrafo contemporáneo? ¿Qué va a buscar quien decide estudiar fotografía?-; la de “curador” y de “muestra”. Conceptos todos afines a los entornos institucionales, más o menos formalizados. Es que estamos en una coyuntura en la que todo –la obra de arte, la imagen, la noción de saber- se define por el contexto en el que se encuentra, o es llevado a cabo.
Cada muestra depara una aventura distinta: cada par de fotógrafos construirá su propio vínculo y de esos encuentros se desprenderán, orgánicamente, las distintas propuestas expositivas: vías dialécticas de intercambio en las que van a cristalizarse distintas formas de concebir la fotografía y la “enseñanza”.
Para este proyecto FoLa brindará el espacio expositivo y la producción de las obras a exponer. La oportunidad de una experiencia distinta de trabajo conjunto correrá por cuenta de cada fotógrafo. Y seguramente el aprendizaje será mutuo.
Episodio #1 – sobre la influencia
Marcos López señala a Manuel Araya
Nací en Inriville en el año 1990, un relato de mi vida, teniendo 25 años, puede resultar prosaico, es mejor decir que todo está ligado al lugar de donde vengo, eso habla de quien soy.
Mi padre muere suicidándose en el 1994, era un excéntrico, altruista y apasionado, tanto así que la gente del pueblo aun lo cita en actos de mitología mundana, su muerte tan prematura no me permitió tener un registro real de él, pero si pude construirlo mediante las historias de serenatas a mi madre, de peleas de cuchillos y tantas otras que a veces exceden el realismo para entrar en el terreno de lo fantástico, su nobleza y su entrega a los marginales hicieron que aun hoy entre ginebras en las pulperías lo nombren y lamenten que ya no esté.
Mi madre es profesora de literatura y latín, conoció a mi padre, 20 años mayor que ella, cuando la preparó para rendir unas materias en su primer año de profesorado, es una mujer hermosa, alegre y con una gran capacidad de encontrar belleza en los panoramas hostiles. Fue siempre muy persuasiva con los problemas, a pesar de mi juventud tuve una salud muy frágil, el asma en la infancia me hizo pasar temporadas enteras postrado, la humedad del casco de estancia que heredamos de nuestro abuelo y el polvo de libros viejos favorecían la respiración anhelosa y los silbidos en el pecho, que eran una molestia, pero todo se compensaba con su cuidado, de una manera constante me traía comida a la cama, calentaba paños y me los ponía sobre el pecho mientras yo veía incansablemente en un televisor diminuto “el globo rojo” de Albert Lamorisse. La salud y el pavor a la gran extensión de la pampa me volvieron un niño solitario, que disfrutaba la penumbra de la habitación en los veranos, el pie de la chimenea en los inviernos, y es por eso que en consecuencia este pasado desprovisto de acciones impulsó mi interés por el cine que más tarde decantó en la fotografía. Hace unos años estimulado por un premio que tuve con unas fotos en Francia arreglé un poco una parte de la casa, colgué unas luces y empecé recreando escenas de mi familia, inventando otras, estudié y estudio todavía para encontrar una mirada propia, el lenguaje que me permita de una manera clara poner en las fotos el amor y la dignidad en lugares comunes y poco favorables.
MANUEL ARAYA
Episodio #2 Juan Travnik señala a Nestor Crovetto
La exploración y el riesgo
En los últimos tiempos, los fuertes sacudones producidos por los cambios tecnológicos y las nuevas maneras de pensar sobre los usos de la imagen, se han hecho cada vez más presentes en el campo de la expresión fotográfica. Eludiendo lo hecho, surgen propuestas innovadoras que profundizan la exploración sobre el medio, sobre el nuevo universo virtual y también sobre los cada vez más frecuentes cruces con otros campos de la representación.
En Crudo, el trabajo que presentó el año pasado, Néstor Crovetto abría la exploración sobre el archivo de una captura digital, habitualmente no visible, y con una ampliación desmesurada nos acercaba, de manera casi microscópica, a un recorte de una mínima parte de esa toma. Las imágenes, que contenían un cierto eco del Blow Up de Antonioni, eran tan atractivas como distantes de la percepción del mundo que habitualmente tenemos a través de la representación fotográfica.
Aquel inicio fue solo el comienzo de una serie de experiencias que desembocaron en persona_24.1, una obra compuesta en la que, paradojalmente, veinticuatro imágenes surgen de una sola toma. Ese registro, una escena callejera con gran cantidad de personas que van y vienen, es el que recorre Crovetto. Emulando la actitud del flâneur, que tan bien describiera Baudelaire, cambia la realidad del escenario urbano por ésta, que puede ver en su monitor, la del registro que se ha traducido en una imagen virtual. Y lo recorre con minuciosa curiosidad, pero seguramente con intereses y expectativas diferentes a los que movían a aquel fotógrafo que se confundía entre la gente y recorría las calles con su cámara. Aquel fotógrafo que intentaba tomar el pulso de esas personas, registrando las emociones y las escenas que, como apariciones fugaces se cruzaban en su camino para cristalizarlas en una imagen.
Sin lugar a dudas la indagación y la búsqueda predominan en este nuevo trabajo, que acerca más preguntas que respuestas. ¿Será otra manera de poner en debate, ahora con la tecnología digital, el vínculo entre la realidad y la imagen en el campo del registro fotográfico? ¿Propone otra conexión con la belleza de las imágenes, alejada de la comodidad de lo mimético? Como en toda exploración, el riesgo está tomado. Se comienza el camino sin tener las respuestas elaboradas.
Juan Travnik
Episodio #3 – sobre la proyección
Gabriel Valansi señala a Jasmine Bakalarz
Episodio #4 – (final de partida)
Luis González Palma señala a Pablo Boneu