Hiram Bingham, Edward Ranney, Martín Chambi y Javier Siva – Machu Picchu Incas y Fotógrafos.
Marzo 2016
Marzo 2016
Incas y fotógrafos; la construcción de la imagen de Machu Picchu
Machu Picchu y la cámara fotográfica iniciaron su relación en 1911 con el primer registro científico realizado por el explorador norteamericano Hiram Bingham, publicado por la revista National Geographic. Desde entonces, la cámara no ha cesado de reproducir imágenes sobre este complejo arqueológico, convirtiéndolo en uno de los lugares más fotografiados del mundo.
De hecho, son muchas las personas que conocen Machu Picchu solo a través de su imagen y en ese sentido, se puede decir que la fotografía dio forma a una suerte de imaginario colectivo sobre Machu Picchu.
En el largo camino que ha supuesto tratar de entender y representar esta majestuosa obra del imperio incaico, la fotografía nos muestra, a lo largo de más de 100 años, sus distintas caras.
Si bien el material visual es amplísimo y responde a diferentes propósitos, es posible identificar el aporte y el lugar particular que ocupan los 4 fotógrafos aquí reunidos en el proceso de construcción de su imagen.
A través de sus lentes, el rol de la imagen visual sobre Machu Picchu ha ido cambiando. De ser la fotografía la tecnología más apropiada para el proyecto científico de catalogar y clasificar el mundo andino, Martín Chambi nos devuelve una imagen icónica de Machu Picchu cargada de sentimiento y conexión emotiva con el territorio.
Las imágenes de Edward Ranney, por su parte, incorporan un lenguaje formalista y moderno, conciliando la abstracción incaica con la occidental, internacionalizando un lenguaje capaz de expresar y sintetizar la esencia detrás de lo representado. El Machu Picchu de Javier Silva- Meinel, como lo describe José Carlos Huayhuaca, es vaporoso y húmedo. En lugar de utilizar la luz o el clima para captar mejor las estructuras incaicas, su fotografía incorpora el componente atmosférico para desfigurarlas y así ingresar a una zona de contingencia, en la que se privilegia la percepción antes que la descripción.
Hay en esta exposición una lectura sobre lo que constituyó el primer registro y cuerpo fotográfico sobre Machu Picchu pero también un interés en el proceso – tanto histórico como ideológico- a través del cual ingresaron otras subjetividades visuales y aproximaciones a la imagen de Machu Picchu.
Lejos de existir una imagen que mejor represente esta maravilla del mundo, cada imagen adquiere su potencia y existencia a partir de su relación con otras; al saberse parte de un mundo de imágenes que forman lo que hoy conocemos y entendemos como Machu Picchu.
Lucero Silva Buse