Andres Orjuela – Archivo Muerto
Octubre 2018
Octubre 2018
Rescatar un archivo fotográfico es el punto de partida, en este caso el del extinto diario El Espacio uno de los periódicos de la capital colombiana que por años dio cuenta de la nota roja; con el tiempo vino abajo su contenido de imágenes violentas, en contraste a las casas editoriales de un país como México donde la muerte asiste a cada primera plana en la mayoría de los diarios de forma descarnada y en aumento. Existen revistas como Alarma! fundada el 17 de Abril 1963, donde se han creado imaginarios locales mexicanos, desde noticias clásicas que siguieron sus lectores como novela policiaca (caso las poquianchis) , hasta los titulares que hoy son recordados en canciones populares.
Después de casi cincuenta años de historia, escándalos por corrupción, la crisis de los medios impresos frente a los digitales y la venta de su antigua sede para dar paso a un proyecto inmobiliario El Espacio cierra sus puertas dejando a sus empleados en la calle. Y es en la calle frente al viejo edificio donde un reciclador en el año 2011 encuentra cajas llenas de fotografías, todo el archivo fue tirado como basura, el señor recicla- dor logra salvar de la intemperie algunas cajas, para posteriormente negociarlas como retal de papel, así lo cuenta Jaime Rueda quien pudo seleccionar y comprar algunas de estas cajas, para luego negociarlas con distintos coleccionistas, en mi caso luego de conocerle y ofrecerme a comprar algunas de estas fotos, llega- mos a un acuerdo de trueque tradicional, cederme algunas de estas fotos a cambio de un par de fotografías de la serie Taxonomia Posmortem.
Decido realizar un proceso de curaduría del archivo que me fue entregado desarticulado, en completo des- orden, solo un fragmento de aquella historia desechada. Selecciono un grupo de imágenes que por sus cali- dades documentales y fotográficas me parecen contundentes, el retrato, es un eje fundamental en esta selección.
El trabajo de escaneo presente en mi obra se convierte en el medio para aproximarme plásticamente al archivo, escanear en alta resolución cada una de las imágenes para conservar este documento es el paso natural, pero luego decido imprimir las fotos seleccionadas, en gran escala sin mayor retoque digital, conser- vando tanto el detalle como el blanco y negro original, es entonces cuando se inicia un proceso pictórico, de iluminación de la imagen como tradicionalmente se realizaba en las postales de principios del siglo pasado, algodón, las yemas de los dedos y óleo, un proceso lento y minucioso. Al conseguir los oleos originales (Marshall ́s) con los que se realizaba este trabajo el siglo pasado, se conserva la paleta nostálgica de las postales bucólicas o los retratos familiares. El color se convierte en un elemento conceptual que produce en una vieja imagen de prensa una contemporaneidad propia de la conciencia sobre la imagen y la lectura que se puede dar de la misma, dando al espectador una serie de pistas cromáticas para desarrollar una historia que existe detrás de cada personaje, de cada acontecimiento, así como el tono critico que se establece en cada una de ellas.
Me valgo igualmente del carácter de indice que tiene cada uno de los respaldos de las fotos, en ellos hay sellos, fechas, manchas, lineas, medidas, correcciones, apuntes a maquina y a mano que tanto el editor como el fotógrafo dejaron en su momento, estos completan la imagen desde un lenguaje plástico y concep- tual, al usar el respaldo como un elemento intrínseco a la obra.
Luego de un par de años de trabajar con el material escaneado realizando ediciones limitadas con las imá- genes que había seleccionado en un principio, decido volver al archivo y hacer una nueva curaduría que divide Archivo Muerto en 2, un primer grupo donde las imágenes por un valor histórico y por la contundencia de las imágenes ampliadas es apartado para ser parte de una edición. Y un segundo grupo donde la fotogra- fia vintage es intervenida, el original es directamente pintado con óleos y recibe algunos gestos como textos o trazos con lápiz, que buscan dar una nueva lectura a estas. En ambos casos el interés por el archivo es latente así como por las posibilidades discursivas de las fotografia.
ANDRES ORJUELA
Pablo Cabado