En 1996 comenzó a trabajar en una serie eventualmente titulada “El sexto día”, que exploraba la compleja relación entre el hombre y los animales domésticos en el campo argentino. Después de tres años en este proyecto, centró su atención en dos primas de nueve años, Belinda y Guille, cuya granja de la abuela había sido el tema de “El sexto día”. Sanguinetti siguió a las dos niñas durante cinco años, tomando fotografías embarcadas en un proyecto de por vida, fotografiando en colaboración a las dos niñas a medida que crecían y actualmente como mujeres adultas. Los primeros cinco años culminaron con una monografía muy aclamada, Las aventuras de Belinda y Guille y el significado de sus enigmáticos sueños (2010).